martes, 19 de noviembre de 2019
Quemar las naves...
Hace mucho tiempo, un gran guerrero afrontó una situación que requería de él una decisión que garantizara su éxito en el campo de batalla. Estaba a punto de enviar sus tropas contra un enemigo poderoso, cuyos hombres superaban a los suyos en número. Embarcó a sus soldados, navegó hacia el país enemigo, desembarcó soldados y equipos, y dio la orden de quemar las embarcaciones que los habían llevado hasta allí. Al dirigirse a sus hombres antes de la primera batalla, dijo: “Vean cómo los barcos se convierten en humo. ¡Eso significa que no podremos dejar estas playas vivos a menos que ganemos! ¡Ahora no tenemos opción: venceremos o moriremos!”.
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